“El síndrome sería un “fuego interno” que consume la motivación de los deportistas; de ahí que sea más preciso hablar de agotamiento emocional cuando lo observamos afectando a la motivación del deportista. Esta es la razón por la que actualmente la mayoría lo denominen burnout: estar quemado”
Este Síndrome provoca en muchos deportistas un abandono y más preocupante aún, existe un sufrimiento asociado debido a:
· Estilo negativo de dirección y de interacción, por parte del entrenador.
· Altas demandas competitivas.
· Excesivas demandas de energía y tiempo.
· Monotonía del entrenamiento.
· Sentimientos del deportista de estar apartado.
· Carencia de refuerzos positivos.
· Aburrimiento.
· Falta de habilidades.
· Estrategias de afrontamiento.
· No adaptación de las expectativas originales con los logros finales obtenido.
· Falta de apoyo en su grupo de referencia.
· Intereses competitivos de los padres.
· Estilo de vida externo no apropiado con el rigor exigido al deportista.
Algunos síntomas característicos:
1. El sentimiento de entusiasmo y energía empieza a disminuir.
2. Abandono y angustia.
3. Pérdida de confianza y autoestima.
4. Depresión.
5. Constantes jaquecas.
6. Pérdida de concentración.
7. Constantes salidas de entrenamientos.
¿Qué hacer en caso de padecer este síntoma?
1. Evaluar: Primero un profesional debe evaluar mediante herramientas de medición la motivación del deportista.
2. Detectar áreas de intervención: Observar la red que tiene el deportista, su perspectiva personal, sus padres y entrenadores. Se interviene de manera sistémica.
3. Coordinar sesiones con Psicólogo Deportivo: El profesional debe ser capaz de generar espacios comunicacionales entre deportista, padres y entrenadores, con el objetivo de elaborar una red de apoyo que sostenga el rendimiento del deportista, y lo más importante, su bienestar personal.
Fuente: Enrique Garcés, Burnout en Deportistas: Estrategias de intervención y prevención. Asociación Española de Ciencias del Deporte. (2008)
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